En muchas ocasiones habíamos hablado de hacer la Peonera, y
siempre que la presa del Bierge nos pillaba de camino a algún barranco,
parábamos para observar su gran salto final…hoy podía ser el día de saltarlo
una o varias veces.
Hicimos combinación de vehículos por lo que el primer coche
lo dejamos en la presa de Bierge. Cuando aparcamos allí estaban saliendo de la
presa un grupo de multiaventura, algunos de ellos venían con las caras desencajadas
y nos sorprendimos porque ninguno hacia
el salto final.
Habíamos realizado los Estrechos del Gorgonchón por la
mañana y nuestros estómagos empezaban a quejarse, así que decidimos realizar un
buen almuerzo con las sobras de la barbacoa de la noche anterior mientras
observamos si algún valiente realizaba el salto, no fuera que con las últimas
tormentas se hubiera llenado de graba la poza de recepción. Ya estábamos
terminando de comer y todavía nadie había saltado hasta que por fin vimos a un
decidido lanzarse al vacío. Esto junto con la falta de comida fue el
desencadenante de que nos pusiéramos en acción.
El segundo coche lo dejaremos en un parking señalizado que
se encuentra nada más pasar el barranco de Cueva Cabrito, se localiza muy bien
dado que es amplio y justo está en una curva a derechas.
Según nos cambiamos observamos un cartel que señalizaba el
nuevo acceso a Peonera, por lo que decidimos seguir éste y no el que atraviesa
el pinar por un cortafuego.
El acceso es por una senda muy marcada que siempre va en
paralelo a una valla con sus altibajos y que nos lleva a la Fuente de Tamara.
Una vez en el cauce del río, vemos que no lleva mucho caudal,
por lo que realizamos parte andando por el lateral, no somos los únicos dado
que divisamos un grupo multiaventura delante de nosotros que también evita el
río.
Al rato decidimos ponernos el equipo (solo el neopreno dado
que el equipo vertical no hace falta para la realización de este tramo), y adéntrarnos
en el cauce.
En poco rato llegamos a los Estrechos del puntillo, donde
nos encontramos de nuevo con el grupo. Allí vemos una zona preciosa para
realizar nuestros saltos, empezamos por el salto de 4 metros...
...pero nos sabe a poco por lo que el guía del grupo muy amablemente nos indicó otro salto de 10 metros, que repetimos varias veces para ir calentando motores para lo que venía posteriormente. Si fuera por nosotros todavía estábamos allí.
...pero nos sabe a poco por lo que el guía del grupo muy amablemente nos indicó otro salto de 10 metros, que repetimos varias veces para ir calentando motores para lo que venía posteriormente. Si fuera por nosotros todavía estábamos allí.
Tras los estrechos llega un pequeño remanso donde nos toca
observar durante un rato el paisaje mientras nos dejamos llevar por la pequeña
corriente.
Entramos en la zona pedregosa, donde el río no cubre más de
la cintura, tramo aburrido donde nos cruzamos con gente que asciende remontando
el río desde la Presa y nos informan que en 30 minutos estamos en ella.
Alrededor de media hora después vemos como en las orillas
del río hay gente tomando el sol por lo que entendemos que estamos cerca de la
presa.
Nuestra llegada a la presa es inminente y sin pensarlo dos veces nos sentamos en ella, tras esperar a que la magnífica fotógrafa coja posiciones, realizamos un salto los cuatro integrantes a la vez. Nos sabe a poco y decidimos volver a saltar de uno en uno.
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