sábado, 22 de junio de 2013

Barranco Formiga

Participantes: Pilar, Carlos, Rubén y el que escribe, Aranda



Como  no era tarde, cuando salimos de Cueva Cabrito y no pudimos hacer los estrechos, nos dirigimos a probar suerte al Formiga, pues a estas horas ya estaría poco concurrido. Para llegar, solo se necesita un vehículo que dejamos en un aparcamiento que hay al final del barranco, ya que la aproximación se hace por lado izquierdo orográfico del río, por una senda bien marcada, que nos llevará pasando por un refugio para el ganado, a un pasamanos de acero que nos deja en el primer rápel.


Enseguida nos damos cuenta de que el caudal del Formiga es bastante mayor de lo normal en esta época del año y en el primer tobogán, por un descuido mío, se nos va la saca de las cuerdas al fondo de la poza. Desde aquí, quiero dar las gracias a los dos futuros guías que nos ayudaron a recuperarla (espero que aprobaseis vuestro examen, que os lo merecíais, majetes :-))). 
Pasado este sustillo, comenzamos a disfrutar del barranco como niños pequeños. 


En el siguiente rápel, la fuerza del agua hace que desaparezcamos por un instante tras la cascada, 


luego algún salto y dos rápeles mas, hacen que en hora y media, estemos ya en los coches quitándonos el neopreno y pensando en la cervecita que nos tomaremos.




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