Participantes: Pilar, Gabri, Javi, Carlos y el que escribe, Aranda
Hacía ya mucho tiempo que tenía pendiente hacer este mítico barranco de la sierra de Guara, y que por diversas razones, siempre quedaba aplazado para la siguiente salida. Hasta que por fin, llegó el día…
Nos levantamos muy temprano, ya que aunque es un cañón que solo tiene 5 rápeles, es bastante exigente físicamente, con una aproximación de 3 horas y un descenso de 8 horas. Salimos andando directamente desde el camping El puente hacia Rodellar, de esta forma no necesitábamos mover ningún coche, pues el barranco termina justo debajo del puente de Pedruel si lo combinamos con el Barrasil, cosa que hicimos nosotros. La aproximación, aunque muy larga, no fue tan dura como esperaba. Siguiendo siempre las indicaciones hacia el dolmen de la Losa Mora (que no nos acercamos a ver) y luego hacia el pueblo abandonado de Nasarre, donde adelantamos a un numeroso grupo de barranquistas que también iban al Gorgas.
Por fin, tras una interminable bajada, llegamos al Alcanadre, nos pusimos los neoprenos y a disfrutar…
La primera parte es la más encajonada y bonita para mi, con sucesión de caos de boques, pozas y saltos, que Gabri inmortalizó con su recién adquirida GoPro.
Pasamos el rápel de la cascada de 22 m sin problemas, aunque es posible que con un caudal más alto, sea la zona más comprometida.
Después de parar a comer un poco y recuperar fuerzas, comenzó la zona más tediosa, donde agua te llega a las rodillas y vas buscando ir saltando de bloque en bloque y pudimos probar la adherencia de nuestras botas nuevas :).
Por último, y tras pasar algunas badinas, llegamos a una gran explanada en la que el Gorgas se une al Barrasil. A partir de aquí, solo hay que relajarse y dejarse llevar en las interminables badinas tumbándote boca arriba y disfrutando de las bonitas paredes, donde los escaladores practican boulder hasta llegar al puente de Pedruel pegado al camping.
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